Bueno, una vez hechas las presentaciones empezaré a contaros el lío en el que me veo envuelta. ¿Ya os he dicho que soy una chica muy activa? Para mi madre la palabra exacta es que soy una pesada que no paro ni un minuto:
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Incógnita, ¡siéntate bien!
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Incógnita, ¿quieres estar quieta ya?
Lo que yo os diga, ¡un auténtico rollo repollo! El caso es que, por no sé qué extraño proceso, no soy capaz de mantenerme quieta en un sitio ni un instante. Creo que es problema de las losetas, pero mi madre no opina lo mismo y lo que opina mi padre… ¡mejor no os lo cuento!
Bueno, a lo que íbamos. Esta mañana cuando iba con pocas ganas al instituto voy y me tropiezo, ¡zas! Casi me caigo de boca y rápidamente pensé: “¿Quién habrá sido el besugo que ha dejado levantada la tapa de la alcantarilla?”
Pero cuando me acerco un poco y me fijo me doy cuenta de que la tapadera de la alcantarilla está levantada porque alguien ha puesto un rollito de papel en el borde. “¡Uy, uy, esto me huele mal!”, pensé. El caso es que me agaché para recoger el papel y la curiosidad me invadía de tal manera que los dedos no me dejaban abrirlo, ¿no os ha pasado eso alguna vez? Sí, ¿verdad? A mí me pasa muy a menudo. Bueno, pues eso, que después de pelearme con mis dedos y el papelito, encuentro que lo único que aparece escrito es lo siguiente:
Y entonces es cuando… ¡me quedo de piedra!, ¡pero si esta es la dirección de mi blog! Rápidamente me fui al ordenador y…. ¡Venga chicos! ¿A qué esperáis? ¡Que se nos va el tiempo! Id allí y cuando veáis lo que hay dejad un comentario diciendo si os comprometéis o no, yo ya lo he hecho.
¡Amigos y amigas, seguimos en contacto! Y no lo olvidéis, ¡comienza la aventura!